Los peruanos compartimos territorio y una historia común, puntos esenciales si hablamos de una nación, sin embargo, no podemos afirmarlo rotundamente, se podría decir que estamos en una seudo - nación que fue parte de un imperio, y que ciertos índices macroeconómicos apuntan a que ha empezado a crecer, generando gran expectativa en los jóvenes y en un futuro mejor en el que saldríamos del doloroso tercermundismo.
A pesar del esfuerzo y la dedicación, de reformas tras reformas, entre militarismos y civilismos, guerras ganadas y guerras perdidas, no hemos podido concretar el convertirnos en una nación, sería imposible considerarla una nación por el nivel de desarticulación política y social que existe, el olvido total de las verdaderas bases que formaron alguna vez el imperio de los Incas y la falta de interés por aplicar y mejorar sus técnicas agrícolas, organizacionales y sociales en todos los aspectos culturales, ya sean metalúrgicos, arquitectónicos, económicos, etc.
Las diferencias más marcadas en el aspecto social es el idioma, estamos en un país multilingüe, y para desventura hemos tomado como idioma oficial el idioma de quienes fueron nuestros invasores, me refiero al idioma español; y el nulo esfuerzo del gobierno por recuperar la milenaria e imperial cultura andina; en el país, se pueden apreciar una variedad de religiones, de celebraciones y de comidas siendo típicas en determinadas regiones pero no en todo el país, alejándonos de esta manera del concepto de nación; por ejemplo, si en el Cuzco se celebra el Inti Raymi, ¿Por qué no lo celebramos en todo el Perú? dándole la misma importancia y gala; sucede lo mismo con la comida, lo peor es nuestra abismal diferencia cultural y tradicional en sectores de nuestra patria, dividida no solo geográficamente en costa, sierra y selva, sino también, ideológica y culturalmente, esto nos aleja del concepto de nación.
El multiculturalismo y el rechazo a las culturas andinas y selváticas nos evitan la integración como nación, solo una conciencia unificadora podría permitir que el Perú se convierta en el corazón de aquella nación imperial andina y eso solo ocurrirá mediante una gran revolución social de la que todos somos responsables
El Perú ya desde mucho antes ha sido considerado el corazón de América Latina y el ombligo del mundo, y de su desarrollo depende la integración de todas las naciones Latinoaméricanas, orgullosas de un pasado imperial Inca, y no han podido ver en el Perú aquella nación que sucumbió bajo la codicia española.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario